¡Hola a todos! Hoy quiero hablaros de un pintor del que no conocía mucho hasta hoy, pero del que me ha llamado la atención, sobre todo, su historia. Es una de las cosas más bonitas que tiene la pintura: siempre descubres a nuevos y apasionados artistas, incluso con carreras espléndidas que hasta ese momento desconocías.
Curioseando por la Red he llegado a la figura de un pintor conocido como Balthus (seguramente alguno de vosotros conozca su obra, porque es uno de los grandes maestros del siglo XX), pero cuyo nombre real es Baltusz.
Su historia, sus vivencias, sus enseñanzas son fantásticas y las podéis encontrar en sus Memorias (editorial Debolsillo). Son 256 páginas de un hombre consagrado a la pintura.
Las memorias de este genio “son ejemplo de amor a la vida como oportunidad inédita para sumergirse en el religioso misterio de la creación”, relata el filólogo Manuel García en un magnífico artículo publicado en mundodiario.com.
De hecho, si os animáis a leer el libro, comprobaréis que el propio pintor, antes de fallecer, dijo: “La vida ha sido para mí una larga tarea de la que no me arrepiento en absoluto”.
NOTA: La fotografía principal de este post, en la que se ve a Balthus en su estudio (1956) es de Time Life Pictures.