¡Hola a todos!
Hoy no os voy a hablar de pintura, sino de otra disciplina artística que, aunque no la practique, también me llama la atención: la escultura. En concreto, os quiero hablar de la figura de un prestigioso escultor salmantino que, lamentablemente, nos dejó el pasado mes de febrero. Sin embargo, como todo buen artista, Venancio Blanco sigue vivo a través de sus obras.
Así surgió -en 2010- la Fundación Venancio Blanco, con el único objetivo de mantener vivo el legado de nuestro (salmantino) escultor de mayor prestigio nacional e internacional.
Recientemente, tuvo el placer de realizar una visita guiada por los Jardines de Santo Domingo de la Cruz (dentro de las instalaciones e la Fundación), lugar donde pude contemplar muchas de las obras de Blanco, quien -en vida- cosechó multitud de galardones. Entre ellos, Premio Nacional de Escultura (1959) o la Primera Medalla de Escultura e la Exposición Nacional de Bellas Artes (1962).
Son muchos más los premios que recibió y mucha más la información bibliográfica de Blanco, si bien no quiero extenderme y, por ello, para quien esté interesado en profundizar en la vida y obra de este autor, dejó aquí el siguiente enlace: Fundación Venancio Blanco.
D.E.P.